El gasto desperdicio es todo gasto que no genera cambios en el estado de la salud de los pacientes o presenta cambios mínimos no significativos. Un estudio clave fue publicado Journal of American Medical Association (JAMA). Willian Sharank lideró una revisión sistemática de la literatura médica. Utilizó un modelo con seis dimensiones: las fallas en la provisión de los cuidados, las fallas en la coordinación de los cuidados, el sobre-tratamiento y los cuidados de bajo valor, el sobreprecio en las prestaciones médico asistenciales, el fraude y la complejidad administrativa. Lo interesante de este estudio, que analizó 71 artículos publicados, es que determinó que el 25% del gasto de salud en EE.UU es gasto desperdicio.
El gran desafío de la gestión médica es poder establecer procesos de control del gasto desperdicio sin afectar el acceso a los servicios y la calidad de atención.

[1] Término en inglés Waste, también traducido en en la literatura científica en español como derroche, despilfarro o gasto ineficiente.